Organización cristiana hispana lamenta asesinato de jóvenes ligados a su comunidad en ataque antisemita en Washington D.C.
La Conferencia Nacional de Liderazgo Cristiano Hispano (NHCLC) confirmó, a través de un comunicado oficial, que dos de las víctimas del atentado antisemita ocurrido la noche del miércoles en el Museo Judío del Capitolio estaban directamente vinculadas a su comunidad. Se trata de Yaron Lischinsky y Sarah Milgrim, quienes eran parte del círculo cercano del guía israelí Daniel Lischinsky, colaborador reciente de NHCLC–Eagles’ Wings.
Según la información proporcionada por la organización, Lischinsky y Milgrim eran pareja y trabajaban en la Embajada de Israel en Washington. Yaron, de 28 años y origen germano-israelí, servía en el departamento político; Sarah, de 26, en diplomacia pública, con un enfoque en promover la armonía entre israelíes y árabes. Estaban comprometidos sentimentalmente y planeaban anunciar oficialmente su compromiso la próxima semana en Jerusalén.
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El comunicado expresó el profundo dolor de la comunidad evangélica hispana por el asesinato de ambos jóvenes tras un evento en el museo, donde fueron atacados a balazos por un hombre que, según testigos, gritó “¡Liberen, liberen Palestina!” mientras era detenido por las autoridades. El sospechoso, de origen hispano, ya se encuentra bajo custodia.
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“Con profundo dolor y gran pesar, confirmamos que las víctimas del horrendo ataque antisemita ocurrido anoche en el Museo Judío del Capitolio, Yaron Lischinsky y Sarah Milgrim, estaban personalmente conectadas con nuestra comunidad NHCLC–Eagles’ Wings”, declaró la organización.
Daniel Lischinsky, padre de Yaron y guía espiritual del grupo de pastores que viajó a Israel con NHCLC en febrero pasado, fue recordado con afecto por su cercanía y servicio durante esa experiencia. “Daniel caminó con nosotros, oró con nosotros y abrió nuestros corazones al pueblo y a la tierra de Israel. Hoy, lloramos con él en un dolor indescriptible”, añade el texto.
La NHCLC, liderada por el reverendo Samuel Rodríguez, pidió a la comunidad cristiana internacional unirse en oración por la familia Lischinsky y reafirmó su solidaridad con el pueblo judío ante este acto de violencia motivado por odio religioso.
El ataque ha generado conmoción entre líderes religiosos, diplomáticos y comunidades de fe, mientras continúa la investigación oficial por parte de las autoridades federales.
